El cerebro de todas personas actúa diferente, pero el programarlo para hacer actividades que nos den satisfacciones, es la meta que debemos buscar ahora que vivimos en un mundo altamente convulsionado y contaminado por el miedo, la tristeza y estrés.
Los cerebros pueden ser clasificados en
positivos/optimistas y negativos/pesimistas, parece extraño, pero cada cerebro
opera de manera muy distinta, veamos cómo:
v Cerebro positivo/optimista
Es el que tiene aquella persona optimista, es
decir, aquella que actúa para alcanzar las expectativas o metas a futuro.
No tiene nada que ver con ser de buen humor o
alegres, es totalmente diferente. Es el cerebro que canaliza, se enfoca y aun
con vicisitudes en contra, busca alcanzar lo que quiere y se ha programado. Su
cerebro tiene más actividad en el cortex frontal.
Esta zona del cerebro, el córtex frontal, se encarga en la expresión de la
personalidad, en los procesos de toma de decisiones y nuestro comportamiento
social. Pero su fundamento radica coordinación del pensamiento y acciones de
acuerdo con las metas internas de cada individuo.
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v Cerebro negativo/pesimista
Este cerebro tiene poca actividad en la zona
cortex frontal, por ello los sujetos pesimistas consideran que sus metas son
inalcanzables, imposibles y por ello prefieren no hacer para conseguirlas.
Tanto así, que su comunicación versa en el
pesimismo, con expresiones sencillas y cotidianas como <<Que día tan
feo>>, <<Para que lo hago, sino me pagan>>, <<Deje así,
que no vale la pena>>, entre muchas otras que escuchamos en el trasegar
del día.
La diferencia entre estos dos cerebros se nota
en la actitud, la expresión y el agrado, porque el cerebro positivo segrega
dopamina, un neurotransmisor que está relacionado con la sensación de
"recompensa", mientras que el negativo no espera nada porque no actúa
para alcanzar nada.
La verdad no es fácil acostumbrar a un cerebro
negativo/pesimista en uno positivo/optimista, pero aquí te dejo cinco
ejercicios para que entrenes tu cerebro para que piense positivo:
a. Di cumplidos. Busca algo bueno de las personas
que te rodean y díselos. Esto no solo acostumbra a tu cerebro a ver las cosas
buenas, sino que también le das una ayuda emocional a alguien que quizá te lo
agradezca para siempre.
b. Sé agradecido. Trata siempre de agradecerles a las
personas sus actos, agradece por lo que tienes, agradece por lo que no tienes,
porque quizá no lo necesitas. Esto te ayudará a darles valor a las personas, a
las cosas y te colmará de tranquilidad.
c. Resalta
lo positivo. Cada noche, recuerda y escribe lo bueno que te sucedió en el día,
las personas que te enseñaron a ser o no ser; por la comida que tu cuerpo
aprovecho; porque entregaste un trabajo a tiempo. Si lo haces veras que hay
miles de situaciones por las que hay que agradecer. Esto te ayudará a sentir
que tu vida es bendecida y a tu cerebro a ver con otra mirada al mundo.
d. Busca lo positivo de ti, concéntrate en tus
virtudes. Todos los seres humanos somos dados a encontrarnos defectos, pero te
propongo a que busques tres cosas buenas que sabes que tienes, por una negativa
que no te guste.
e. Conserva el centro de recompensa activado. Es
quizá lo más difícil porque no estamos acostumbrados a darnos recompensas, pero
llego la hora. Prémiate con un dulce,
una comida o algo que te guste, cuando hagas las cosas bien; mírate al espejo y
felicítate porque has logrado decir frases positivas, porque has alcanzado tus
metas o sencillamente porque hoy no has sido pesimista. Date un abrazo,
sí, envuélvete en tus propios brazos y
date un gran “abrazo de oso” por las cosas bellas que has realizado para hacer
de tu vida un mejor lugar para tu alma.
Recuerda que todos los cerebros están conectados y por esa razón, aun sin hablar, la gente percibe que clase de cerebro que tienes. Así que llego la hora para cambiar la percepción de los otros trabajando tu cerebro positivo.
Excelentes consejos para poner en práctica.
ResponderEliminarRecomendable este blog para mejor muchas cosas de la personalidad.
Felicidades no dejen de escribir
Gracias.
ResponderEliminarTe envío una gran bendición